El consumo creciente de refrescos, zumos de frutas y otras
bebidas similares preocupa a los odontólogos a nivel mundial. Cada vez más, los
jóvenes adultos, e incluso los niños, presentan lesiones dentales producidas
por esas bebidas de alto contenido ácido. Los refrescos son muy criticados por
su contenido en azúcar, cafeína y otras sustancias no siempre identificadas,
pero, además, son particularmente ácidas. Consumidas a diario de manera regular
atacan los dientes, que pierden el esmalte y se sensibilizan, alerta el
cirujano dentista francés Pierre Colon, profesor de la Universidad Diderot
(París).
Uno de los últimos estudios publicados en 2010, realizado a
2251 niños, demostró que a la edad de 12 años un 16% de ellos tenía al menos un
diente erosionado, y a los 15 años, el porcentaje ascendía al 31%. Tanto las
cifras como los dientes afectados varían en función de los países, la edad de
los niños y los métodos de evaluación utilizados, pero el resultado es el
mismo: la erosión cada vez más común de los dientes de leche sigue avanzando en
los dientes definitivos a una velocidad preocupante.
La correlación que se ha establecido ha sido verificada: los
niños con dientes dañados son los que más alimentos y bebidas ácidos consumen.
Lo mismo ocurre con los adultos. En 2011, un estudio inglés estimó que el
riesgo de presentar una erosión dental se multiplica por 6,5 en las edades
comprendidas entre los 18 y los 30.
![]() |
Imagen: faros.hsjdbcn.org |
Pese a todo, Colon recuerda que es normal que los dientes
estén en contacto con bebidas o alimentos ácidos. “Es una cuestión de
proporción. La acidez del producto, su capacidad de ser neutralizado por la
saliva y, sobre todo, el modo en que se consume son factores que también
cuentan”.
“Las personas que tienen tendencia a tener la boca seca,
trabajadores expuestos al calor (obreros o panaderos) y los deportistas también
son grandes consumidores de bebidas ácidas. En esos casos la acidez es todavía
más dañina, porque la saliva, que podría neutralizarla, no es suficiente” ,
señala Colon. En cuanto a los adeptos a las dietas, a menudo mujeres, utilizan
y a veces abusan de las bebidas sin azúcar y los aliños ácidos (vinagreta,
mostaza), sin tener consciencia de la repercusión que tienen en los dientes”.
En cuanto a los riesgos a largo plazo, muchos estudios
concluyen que es necesario continuar las investigaciones relacionadas con los
factores de erosión y las m
aneras de prevenirlos, por ejemplo, añadiendo a los
alimentos y a las bebidas ácidas elementos protectores. Pero las
investigaciones, que se iniciaron hace 20 años, aún no han producido ningún
cambio.
El odontólogo debe recomendar a padres y consumidores
algunas medidas de precaución a fin de limitar el desgaste dental. La primera
consiste, evidentemente, en limitar el consumo de refrescos, zumos y otras
bebidas similares, reemplazándolas por leche o agua normal (el agua con gas
suele ser más ácida). Para neutralizar la acidez de las bebidas ácidas, Colon
aconseja consumirlas durante las comidas, “cuando la secreción de la saliva
alcanza su máximo nivel”. Sin embargo cuando el desgaste es importante es
necesario restaurar los dientes dañados para protegerlos de nuevos ataques y
disminuir la hipersensibilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario